martes, enero 05, 2010

Está nevando

Celebración de año nuevo, no me jactaré de decirles "Esta es la última entrada del año". Así que simplemente hablaré de simplezas que me aquejan últimamente.
Es más, no sé si la palabra realmente deba ser "aquejan". Diré simplemente que me han pasado.
Me estoy dando cuenta de cuáles son las personas a las que les importo, y de varias otras a las que creí importarles. Zayra es una amiga muy lista... y una vez me dijo "Quiere a las personas que te quieren; no busques a quien quieres que te quiera.".
Otra cosa: cuando no duermo bien me acuerdo de todo lo que sueño en la noche; estas semanas me ha pasado mucho. Este es un recuento: pericos piñata humana, situaciones hipotéticas que serían ahora si que 'sueños hechos realidad', campos radioactivos estilo Chernobyl, cambio de carrera a Arquitectura, estelarización de series y películas, muertes y asesinatos, algunos cambios de look, relaciones personales concretadas, increíble condición física, perritos y unos monstruos gatunos que me recuerdan alguna historia de Vega Gil.
Pero lo que realmente me preocupa en este momento es algo que jamás hubiera imaginado que llegaría a mi vida; me perturba más, incluso, que el horrible popurrí musical que suena ahora en casa combinando Flans con los Bee Gees, y otros más... ha sido algo doloroso y es incluso vergonzoso, denota una vez más la increíble debilidad de mi sistema de defensas cutáneas. Ha sido un monstruo invernal y blanco que poco a poco amenzaba con cambiar mi guardarropa... primero excluía a mis ropitas negras y ahora casi las de cualquier color. Ha venido en gracia para cambiar por completo hábitos elementales de acicalamiento. ¿Ya mencioné el dolor? Sí, pero lo vuelvo a hacer. Me he desesperado, no he parado de lacerarme con las uñas por tanta impotencia y mi corazón se acongoja de pensar en eso... eso que no quiero atreverme a llamar por su nombre. Eso que quebranta por primera vez mi casi inexistente vanidad femenina y me obliga a comportarme como una fina señorita preocupada porque la 'belleza es salud', o al revés, no sé ni cómo diablos se diga. Un problema que para cualquiera debería ser fácil de erradicar siguiendo consejos de cualquiera, pero este no es mi caso. Quisiera ser cual quiera, pero no lo soy. Voy por la calle pensando que realmente me verá la gente con un poquito de asco...
A lo mejor me estoy convirtiendo en un fenómeno. Yo no era así, esta cosa me está haciendo volverme una persona normal que se preocupa por problemas capilares... que se preocupa por la CASPA.
Me espera una cita con la dermatóloga empezando el año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario